¿Cómo prepararse físicamente para hacer el Camino de Santiago?
Hacer el Camino de Santiago es mucho más que una aventura espiritual o cultural. También es un desafío físico que puede poner a prueba tu resistencia, especialmente si no estás acostumbrado a caminar largas distancias durante varios días seguidos. Pero no te preocupes: con una buena preparación física, puedes disfrutar del Camino y de la Catedral de Santiago.
Viajeros Canallas te cuenta desde la experiencia cómo prepararte físicamente para vivir el Camino.
Empieza a entrenar con tiempo
- Deberías comenzar a prepararte entre 2 y 3 meses antes de iniciar el Camino. Esto te dará tiempo suficiente para adaptar tu cuerpo al esfuerzo físico y evitar lesiones.
- Entrena todos los días una hora aproximadamente.
- Aumenta gradualmente la duración y la intensidad hasta llegar a caminar entre 15 y 25 kilómetros. De vez en cuando haz una etapa más larga y con desniveles.
- Entrena en condiciones similares: lleva la mochila que piensas usar, camina por terrenos irregulares, y haz rutas con subidas y bajadas.
- Entiende que el Camino no es llegar, el Camino es disfrutar de cada momento. Para, tómate un café, una cerveza, ten una charla, conecta contigo mismo. No tengas prisa.
Fortalece el cuerpo entero
- Aunque caminar es el eje central del Camino, trabajar otras partes del cuerpo también es clave.
- Fortalece el core (abdominales y espalda baja) para mantener una buena postura con la mochila.
- Haz ejercicios de piernas y glúteos, como sentadillas, estocadas y subir escaleras.
- Incluye algo de resistencia cardiovascular: correr, bicicleta o natación pueden complementar tu entrenamiento.
Cuida tus pies: serán tus mejores aliados
- Tus pies te llevarán hasta Santiago, así que trátalos con cariño.
- Usa los mismos zapatos o botas que vas a llevar al Camino durante tu entrenamiento. No estrenes zapatillas.
- Asegúrate de que estén bien adaptados a tus pies y que no causen rozaduras.
- Lleva calcetines técnicos y aprende a prevenir ampollas (vaselina, polvos, doble calcetín, etc.).
- Corta bien tus uñas y aprende a reconocer las señales de fatiga o lesión.