Divertido, una experiencia única, un reto en grupo, compañerismo, convivencia, aprendizaje: son los comentarios que más recibimos de los jóvenes que realizan el Camino de Santiago.
¿Qué mejor manera de comenzar o finalizar el curso escolar que con un viaje inolvidable?
Cada vez son más los colegios e institutos que eligen el Camino de Santiago como viaje escolar. Y en Viajeros Canallas te damos 5 razones por las que hacer el Camino de Santiago, una experiencia única que estamos seguros que disfrutarán tanto alumnos como profesores.
1 – Disfruta y aprende
El Camino de Santiago es un viaje activo, donde nuestros jóvenes podrán desarrollar valores a la vez que disfrutan de su viaje escolar. Los alumnos aprenderán sobre la historia que hay detrás de esta ruta milenaria, la cultura de la región, la naturaleza, la concienciación con el medioambiente y el autoconocimiento.
Además, disfrutarán de sus paisajes, de esa gastronomía tan espectacular que nos regala Galicia, de todos los compañeros y compañeras y de ese sentimiento de reto en común y de superación que tanto une. Todo ello hace del viaje escolar en grupo una aventura única. Sin duda, el Camino de Santiago para jóvenes es una experiencia enriquecedora a todos los niveles.
2 – Valores personales que genera el Camino de Santiago en los jóvenes
Superación, solidaridad, compañerismo, trabajo en equipo, empoderamiento… Tal vez no exista un viaje que reúna tantos de estos valores.
El Camino de Santiago como viaje escolar es una experiencia muy gratificante para los adolescentes, ya que les da la oportunidad de desarrollarlos, además de inculcarles el respeto por la naturaleza y el medioambiente.
Aquí, los campeones y campeonas no son los que llegan antes o los que en mejor forma están, aquí son los que más aportan al grupo, los que más sonrisas regalan, los que más ánimos dan, los que te apoyan cuando lo necesitas, los que te acompañan en tu Camino.
Jovenes haciendo el Camino de Santiago en grupo

3 – Menos móvil y más compartir
Es un hecho que el uso de los dispositivos móviles en los jóvenes en los últimos años no ha hecho más que crecer.
Cada vez es más común encontrar grupos de amigos por la calle, en el transporte público o en un restaurante, que en vez de estar charlando, compartiendo risas y momentos, están inmersos en sus pantallas.
El Camino de Santiago es un lugar perfecto para dejar a un lado la tecnología y las redes sociales y centrarnos en sentir la naturaleza, compartir con peregrinos de todas las nacionalidades, con nuestro propio grupo y disfrutar de uno de esos viajes escolares que tanto alumnos como profesores nunca olvidarán.
4 – Socializar, multiculturalidad
No hay nada mejor que convivir y compartir muchos aspectos del día a día para estrechar lazos, potenciar la amistad y crear un sentimiento de comunidad entre compañeros.
Es sabido que la socialización en los jóvenes es una parte clave para su desarrollo personal.
Potenciando la amistad ya existente, el Camino de Santiago viaje escolar hará que los jóvenes conozcan más en profundidad a otros compañeros y compañeras con los que no tenían hasta el momento tanta relación y, de este modo, fomentará que se creen nuevas amistades dentro del propio grupo.
Además los alumnos se cruzarán con otros grupos de jóvenes, de infinitas nacionalidades y descubrirán nuevas historias, idiomas y culturas.
El salir de nuestro entorno teniendo un reto en común, genera que nos conozcamos mucho más, no solamente el quiénes somos y nuestros gustos, también el cómo sentimos.
Conocernos de verdad, que es clave para entender y adaptarnos a la sociedad. Empoderamiento.
5 – Un reto en común: compañerismo ¡Vamos equipo!
Si hay un lugar que combine un reto físico y mental, ese es el Camino de Santiago. La ilusión de despertarnos junto a nuestros compañeros y apoyarnos en cada etapa, disfrutar de cada paso, de cada charla, de cada risa y de cada momento que nos genera el tener una meta en común: llegar al destino.
Llegar a Santiago de Compostela, pisar la Plaza del Obradoiro, sonreír de orgullo o llorar de emoción y decir “lo hemos conseguido”. Pocas cosas llenan más que la sensación de haber logrado un reto.
Y mucho más, si es un reto en común: el Camino de Santiago en grupo como viaje escolar. Es una experiencia inolvidable.
